El dióxido

Hace un par de días se publicó una noticia alarmante: Los niveles de dióxido de carbono (CO2) del mundo son los más altos de los últimos 2,1 millones de años.

Pero, ¿por qué es importante esta noticia?

Primero necesitamos aprender acerca del dióxido de carbono. El ciclo del dióxido de carbono comprende dos grupos.


El primero es un ciclo biológico donde se producen intercambios de carbono entre los seres vivos y la atmósfera. La retención del carbono se produce a través de la fotosíntesis de las plantas, y la emisión a la atmósfera, a través de la respiración animal y vegetal. Este proceso es relativamente corto y puede renovar el carbono de toda la tierra en 20 años.

En segundo lugar está el ciclo biogeoquímico, que es más extenso que el biológico y regula la transferencia entre la atmósfera y los océanos y suelo (litosfera). En algunas ocasiones la materia orgánica queda sepultada sin producirse el contacto entre ésta y el oxígeno lo que evita la descomposición y, a través de la fermentación, provoca la transformación de esta materia en carbón, petróleo y gas natural.


El dióxido de carbono es uno de los gases de efecto invernadero (GEI) que contribuye a que la Tierra tenga una temperatura habitable. Por otro lado, un exceso de dióxido de carbono acentúa el fenómeno conocido como efecto invernadero, reduciendo la emisión de calor al espacio y provocando un mayor calentamiento del planeta.


En los últimos años la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera ha aumentado significativamente. Hemos pasado de unas 280 ppm en la era preindustrial a unas 390 ppm en 2009.
Las emisiones han aumentado considerablemente con el crecimiento de las ciudades, el aumento de la población humana y el uso de combustiles fósiles como el petróleo o carbón, por ejemplo.

Un detalle de la distribución de las emisiones mundiales puede verse en el siguiente gráfico:


Es inevitable la generación de
CO2, todos debemos respirar, muchos debemos utilizar vehículos que consumen combustibles fósiles para transportarnos largas distancias, utilizamos energía generada por fuentes no limpias, etc; pero lo que podemos intentar es equilibrar un poco esta situación modificando algunos de nuestros hábitos.

Un primer paso es conocer nuestra "huella de carbono", para ello podemos acceder a sitios como este o este, ingresar los datos que nos piden, y descubrir cómo impactamos con nuestras acciones este planeta.

Las huellas de carbono son la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto. Esto se relaciona directamente con el calentamiento global.

En una futura publicación retomaré este tema, pero, por ahora...


Cuéntame...
¿Alguna vez mediste la huella que dejas en el planeta? ¿Cómo crees que puedes contribuir a reducir el
CO2? ¿Deseas compartir alguna reflexión?

2 comentarios:

Natura - Medio Ambiental dijo...

Mel, felicitarte por el empeño que pones en tu blog.
Sige Adelante como Siempre.

Mel dijo...

Gracias querido amigo, a ver si poco a poco logramos marcar una diferencia.
Sigue con la buena labor!