Del 27 de julio al 12 de agosto el mundo se concentrará en un evento mundial: las Olimpiadas de Londres 2012. A diferencia de ediciones anteriores, esta vez los organizadores prometen que serán los Juegos Olímpicos más verdes de la historia.
El Parque Olímpico se extiende a lo largo de 2 km2 en Stratford, al este londinense, en una de las regiones más pobres de la capital. El proyecto constructivo, considerado uno de los mayores en la historia del Reino Unido, fue concebido desde una filosofía ecologista.
Antes de poner el primer ladrillo, los constructores debieron enfrentar el mayor proyecto de demolición en la historia de Europa, pero aun así se aseguraron de reutilizar el 90% de los materiales.
Un reto grande fue descontaminar el suelo, pues desde mediados del siglo XIX, Stratford fue uno de los centros industriales más importantes de Londres. Arsénico, plomo, mercurio, zinc y cobre, entre otras sustancias de desecho, con los años se filtraron a lo más profundo del suelo. Fue necesario limpiar —prácticamente grano a grano— dos millones de toneladas de tierra, de las cuales se recicló el 85%.
El 57% de los insumos para preparar el concreto y parte de losas y puentes llegaron en trenes, reduciendo la cantidad de camiones y el combustible necesario para ello. Cada tren equivalía a 75 camiones, reduciendo la emisión de CO2 en cinco veces.
Una red de canales acuíferos al sur del parque también permitió transportar materiales en barcazas especializadas. Cada viaje era igual a nueve camiones.
La infraestructura del área de competencias incluyen cinco espacios importantes: el Estadio Olímpico, el Centro Acuático, el Velódromo, la Arena de Balonmano y la de Basketball, además de la Villa Olímpica y el Centro de Medios.
El costo de la construcción del Estadio llegó a los 500 millones de libras (574 millones de euros), fue asumido por Dow Chemical Company, una de las grandes empresas dedicadas a encontrar soluciones químicas y tecnológicas en todo el mundo, cuyo objetivo es crear productos que reduzcan el impacto sobre el medio ambiente y promover la responsabilidad social y ecológica.
Según algunos, el Estadio está compuesto por 336 paneles brillantes, de 25 metros de alto y 2.5 de ancho cada uno, que cubren las vigas de acero y hormigón gris que conforman el exterior. Esta estructura permite brindar iluminación natural a toda el área. Los paneles están fabricados con material ecológico, su envoltura incluye resinas que requirieron menos materias primas para su fabricación, hasta un 35% más ligeras y con menor huella de carbono, si se les compara con otros materiales más convencionales.
El edificio se construyó con concreto especial, reduciendo en 40% el uso de carbono. En el techo del estadio, los anillos estructurales decorativos han sido fabricados con tubos de gas reciclados. El techo parcial fue hecho con mallas de cable para evitar la utilización excesiva de acero. En comparación con otros estadios de su tipo, el de Londres es 75% más ligero, en términos de acero.
La construcción de la estructura se hizo de manera flexible. En el suelo, una base de concreto contiene 25 mil asientos. Sobre esta base un anillo removible con 55 mil asientos más, que será retirado luego de las Olimpiadas para evitar gastos en mantenimiento.
El diseño del centro acuático incluyó el uso de 30 mil secciones de madera de bajas emisiones de carbono. La ola en el techo es de acero cubierto de aluminio, 50% reciclado. La instalación almacenará agua de lluvia y la utilizará para los sanitarios, además, el centro cuenta con dos plataformas temporales que serán retiradas luego de los juegos.
Se utilizaron 3 mil m2 de revestimiento externo de cobre reciclado en la Arena de Balonmano y la ventilación del Velódromo es 100% natural.
En este último, en lugar de las habituales vigas de acero para el techo, se empleó una malla construida con el mismo material. La alternativa, mucho más ecológica, solo requirió 1/3 del acero que se hubiese necesitado de haberse usado las vigas. En el techo se colocaron paneles transparentes, que permiten minimizar el gasto de luz artificial durante el día.
El Parque Olímpico se destaca por sus 45 hectáreas de vegetación, gran variedad de árboles, humedales y especies de animales, que contribuirán a reducir la contaminación citadina. De hecho se creó un Plan de Acción de Biodiversidad que sienta las bases para mantener los nuevos hábitats después que las Olimpiadas culminen.
El paisaje ecológico fue construido según los principios históricos de diseño de parques públicos en Reino Unido. En este se establecieron más de 700 instalaciones especiales para la vida silvestre de animales como murciélagos, aves, insectos y nutrias. También fue diseñado para que, en períodos de mucha lluvia, el flujo de agua corra hacia el río Támesis.
A pesar de todo esto, el legado sostenible de estos juegos ha sido cuestionado por algunos políticos, que han pedido una investigación sobre el impacto ecológico en zonas circundantes después que culmine el año. La Comisión de Medio Ambiente de la Asamblea de Londres deberá revisar el compromiso contraído con la comunidad local en Stratford luego de los juegos.
Una vez que estos hayan terminado, el Parque Olímpico será rebautizado con el nombre de Parque Olímpico de la Reina Isabel II, y se construirán 10 mil nuevas viviendas.
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